La fabricación de una gravaemulsión consiste en mezclar un material granular con una cantidad definida de una emulsión específica para tal fin, con el objetivo de conferirle la cohesión que le falta de manera natural.

La gravaemulsión tiene sus propias características:

  • resistencia a la deformación en pista al preservar el rozamiento interno del material granular original,
  • se adapta a las deformaciones del suelo sobre el que se aplica,
  • posibilidad de reperfilado en bisel a cota cero
  • antirremonte de fisuras,
  • capacidad de almacenamiento.

La gravaemulsión se utiliza en pequeños trabajos de mantenimiento, reperfilados, en refuerzos, como capa de base en firmes de nueva construcción. Es una técnica particularmente competitiva en obras alejadas de instalaciones fijas, y cuando el volumen de la obra no justifica el desplazamiento de una instalación móvil.

La fabricación de gravaemulsión se realiza en plantas en frío que incluyen:

  • dosificadores para los diferentes componentes,
  • dispositivos para introducir estos componentes,
  • un dispositivo de mezcla, del tipo mezclador de eje horizontal.

Las plantas de fabricación son fijas o móviles, estas última permiten optimizar las distancias de transporte de materiales (áridos y producto terminado).

La gravaemulsión se puede almacenar, en el lugar de fabricación o en el lugar de empleo.

La puesta en obra de la gravaemulsión se realiza con extendedora o motoniveladora. Esta puesta en obra puede hacerse bajo tráfico. Se aplica una capa de sellado para que resista la acción del tráfico en superficie. Después de la maduración de la gravaemulsión, se aplica una capa de rodadura.