Los riegos con gravilla son tratamientos superficiales de fino espesor que consisten en la aplicación sucesiva de árido y emulsión bituminosa. Pueden ser monocapa o multicapa.
Existen dos grandes familias de emulsión de betún: Emulsiones para aplicación de riegos y Emulsiones para fabricación de mezclas
Emulsiones para aplicación de riegos
La imprimación consiste en introducir un ligante hidrocarbonado en una capa granular previamente compactada. Se trata de permitir al ligante penetrar a través del material granular con el objetivo de estabilizarlo y hacer hidrófoba la parte superficial del material, en unos milímetros de espesor
El riego de curado se utiliza para proteger e impermeabilizar superficies tratadas con cemento y gravaemulsion
La adherencia de las capas entre sí garantiza la calidad estructural y durabilidad del pavimento.
Las emulsiones bituminosas también se utilizan para una amplia variedad de aplicaciones: riego de sellado (fog seal), riego de sellado con engravillado (scrubseals) y muchos otros.
Emulsiones para fabricación de mezclas
La gravaemulsión se emplea en pequeños trabajos de mantenimiento, reperfilado, refuerzo y como capa de base en pavimentos nuevos.
Las técnicas en frío incluyen lechadas bituminosas y microaglomerados
Las mezclas en frío almacenables están destinadas al mantenimiento de la carretera (reparaciones localizadas, limpieza, etc.) o para trabajos pequeños (bacheos).
Las mezclas bituminosas tipo hormigón asfáltico con emulsión bituminosa (ACBE surf) están destinados a las capas de rodadura
El reciclado en planta con emulsión consiste en tratar, en una central de fabricación de tipo gravaemulsión,, agregados de asfalto obtenidos por fresado o por trituración de materiales resultantes de la demolición o deconstrucción de pavimentos.